Estados Unidos no tiene “ningún indicio” hasta ahora de que los tres objetos voladores derribados recientemente fueran de origen chino o tuvieran funciones de espionaje, indicó ayer el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Hasta ahora las autoridades estadunidenses “no han visto nada que apunte en específico a la idea de que estos tres objetos formaban parte del programa de globos espías de China o estaban involucrados en esfuerzos de recopilación de inteligencia externa”, señaló.
La comunidad de inteligencia está estudiando como hipótesis principal que simplemente se trate de globos vinculados con algún “fin comercial o benigno”, declaró el portavoz.
No obstante, subrayó que China tiene un “programa deliberado y bien financiado” con globos de gran altitud y difíciles de detectar para espiar a Estados Unidos y otros países.
Un globo de este tipo, según funcionarios estadunidenses, fue derribado el 4 de febrero sobre la costa este de Estados Unidos, incidente que llevó a la destrucción preventiva de los siguientes tres objetos voladores no identificados.
Pekín niega que use globos espías y asegura que el enorme globo derribado en costas estadunidenses tenía fines de investigación meteorológica.